La temporada, la de siempre, comienza ahora por estas fechas, después de las pascuas. San Vicente, santo valenciano fue el que tenía por muchos años la llave de las calles, que abría la temporada después de la Pascua.
El titulo del comentario es por el desaprovechado toro de Jacinto Ortega, toro con movilidad y genio, que se exhibió ayer en la Llosa. Toro terciado, con cara y bonita expresión, se entregó a los cites en el coqueto recorrido taurino de la Llosa, noble en la zona de asfalto con cierta chispa, y rematando en las barreras. Así llegó a la zona de la arena, donde los rodadores no le dejaron respirar y siguieron pegándole rodadas, muchas bastante malas sin lucimiento para ambos. El de Jacinto buscó en las palmeras tirándose con genio en las distancias cortas. En los quiebros fue noble, pero la plaza de la Llosa no es la mejor para realizar esta suerte. Agotado el toro se aquerenció en una zona con más arena, aunque apretaba a alguna rodada esporádica hacía el lugar de su suelta. Se hechó en falta que algún rodador con experiencia o de la población pusiera orden cuando llegó el toro a la arena. Como alguna vez a ocurrido en la población.
foto: Albert de Juan
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