Durante muchos años Vicente Peris y sin cruze alguno mantiene la ganadería, creando un tipo de animal con los caracteres apropiados para el espectáculo de bous al carrer. Pero esto de fijar caracteres sin refrescar, hace aumentar la consanguinidad, por ello a finales de los ochenta introduce en la ganadería dos toros cerriles que aumentan la toreabilidad del animal. Fue un error, sus resultados no fueron nada buenos, así que los elimino, incluso las crías. Volviendo así a su punto de partida.
El trabajo diario durante muchos años transcurre con normalidad hasta 1997, primera de las desgracias, ya que empiezan con la campaña oficial de tuberculosis bovina. En ella, tendrán que ser sacrificadas las vacas más importantes de la ganadería. Vicente Peris, se esforzó en salvar la mayor cantidad de vacas, con casi doscientos años de trabajo, que en un parpadear iba a ser sacrificado. Mucho dinero hizo falta para superar el bache. Mantener a las crias, lidiarlas tan pronto y que no se vengan abajo, era un trabajo complicado para seguir con la ganadería.
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